Aunque para algunos los premios Grammy sean uno de los mayores reconocimientos musicales, opino que por lo menos en varias de sus categorías no premian el talento, sino la imagen de quienes reciben las estatuillas. Sea cual sea la verdad, lo que nadie puede negar es que es un gran trampolín a la fama para quienes aún no han terminado de despegar, como algunos de sus ganadores más jóvenes.
Uno de los ejemplos más notorios es, sin lugar a dudas, la cantante de música country Taylor Swift. Seguro a muchos de ustedes su nombre se les habrá hecho instantáneamente familiar, pero debo confesar que hace poco vi sus fotos en una página web y quedé muy impresionada por su belleza natural que a muchas otras “artistas” les vendría bien lucir de vez en cuando (el exceso de maquillaje envejece más pronto la piel).
Sea para una ocasión formal o más “light”, Taylor, alias “Swifty”, siempre transmite la frescura propia de una “teenager”. Además de sus finísimas facciones, otro de los puntos estéticos que tiene a su favor es su dorada y rizada cabellera, a la que sabe sacarle provecho con cada uno de los vestidos que usa en sus presentaciones.
Si les llama la atención el look de Taylor y/o quieren adaptar algunas cosas de su estilo al suyo propio, denle una mirada a sus diferentes variaciones.
Para comenzar, un sencillo vestido de escote recto y encaje blanco alternado con un forro de color oscuro. Nótese cómo lleva el grueso de sus rizos hacia uno de los lados:
un vestido corto de escote en forma de corazón y brillantes para una salida tarde-noche que combinan a la perfección con sus rizos sueltos:
El cabello recogido con un mechón suelto para lucir en su máximo esplendor un vestido largo y escotado en la espalda:
Y para salir un poco del tema de los vestidos, una combinación de leggins jeans, top, collares largos y sombrero de ala corta con el cabello ligeramente ondeado siempre sacan más de un suspiro:
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